Hace 10 años, apostamos por traer a España dos marcas, desconocidas entonces, que atacaban a dos nichos de venta donde no estaban las multinacionales. Estas marcas eran Kativa y Ardell.
Nuestro equipo de marketing trabajó de la mano las tiendas Beauty Supply, para darlas a conocer y hacerlas exitosas en el mundo profesional, llegando a hacerlas marcas líderes.

Este liderazgo y crecimiento en poco tiempo llamó la atención de grandes tiendas de consumo, como Primor y Amazon, que hallaron la forma de hacerse con ellas y tenerlas disponibles dentro de sus surtidos de productos, convirtiéndose en un competidor difícil para muchos de vosotros. Dentro de esta expansión Kapalua buscó alternativas para evitar esta competencia, pero realmente cualquier acción emprendida no tenía peso y fracasaba…

Desde ese momento entendimos que es peligroso enfocar todo nuestro negocio en ofrecer exclusivamente marcas diferenciales, innovadoras y exclusivas, porque si tienen éxito otros canales se harán con ellas. Por eso, tras varios análisis de mercado, ver otros países y sus desarrollos y sobre todo, hablar con nuestros clientes y proveedores, descubrimos que el poder no sólo lo tienen las marcas, sino cómo y quién las comunica en el punto de venta, en definitiva, su poder referenciador.